Comparecencia de la
Secretaria de Estado ante la Comisión de Justicia del Parlamento.
El Ministerio
de Justicia informa en su página Web mediante un comunicado que la Oferta de
empleo público en la Administración de Justicia que se incluye en el
Presupuesto del Ministerio para 2017 incluye un total de 3.000 plazas, 800 más
que en 2016, con el objetivo de “reducir la alta tasa de
interinidad”.
Hasta
aquí, bien.
Lo que
sorprende es que el Ministerio lo venda como “más medios para la
Administración de Justicia”, pues lo cierto es que, en su mayoría, se
trata de plazas ya creadas y que están ya cubiertas por personal interino. Por
tanto, no hay realmente incremento de plantillas ni más medios. Es más, hasta
la fecha, el Ministerio aún no ha convertido en puestos de plantilla orgánica o
RPTs los puestos de refuerzo estructurales, acumulando ya un retraso de 8 meses
en el cumplimiento de este punto del Acuerdo de diciembre de 2015, suscrito con
los sindicatos STAJ, CSIF, CCOO y UGT en el seno de la Mesa
sectorial de Justicia.
Sólo
tras las presiones sindicales el Ministerio ha incluido en el orden del día de
la reunión de mesa de este jueves 27 de abril el inicio de la
negociación al respecto.
Transformación
digital de la Justicia
También
ha explicado el Ministerio ante el Parlamento que la “transformación digital
del sistema de Justicia es otro de los objetivos en los que el Ministerio
de Justicia tiene puesto su máximo empeño para conseguir una implantación total
de la Justicia digital en esta legislatura, un sistema de gestión procesal
común y compartido, nuevos servicios a los ciudadanos durante las 24 horas del
día y un nuevo modelo de Registro Civil público, gratuito y electrónico. Para
ello, la inversión total alcanzará los 182,6 millones de euros, lo que supone
un incremento de 85 millones en relación con el año anterior (86,5%)”.
Lamentablemente,
estas palabras nos suenan a canto de sirenas, pues los problemas de la
“Justicia digital” se repiten día tras día y el Ministerio no los reconoce. Hoy
mismo, sin ir más lejos, los sistemas volvían a amanecer caídos en la mayoría
de sedes de ámbito Ministerio.
Lo
normal son los fallos. Lo raro, que funcione. Pero no lo reconocen.