Con ocasión de día internacional contra la violencia doméstica y de género,
el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, con sede
en el Consejo General del Poder Judicial, hace pública una
declaración institucional, a la cual se adhiere el Sindicato de
Trabajadores de la Administración de Justicia –STAJ-, y pasamos a reproducir
de forma literal.
- El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, con sede en el Consejo General del Poder Judicial, con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género que se celebra el 25 de noviembre, hace pública una declaración institucional.
“La violencia que se dirige sobre las
mujeres, por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas por sus agresores
como personas carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad
de decisión, constituye uno de los ataques más flagrantes a los derechos
humanos fundamentales, como la libertad, la igualdad, la vida, la seguridad y
la no discriminación, que se proclaman en nuestra Constitución.
La violencia de género se
fundamenta en una situación desigualitaria de dominación por parte del
hombre y de discriminación de la mujer, que le priva de su plena libertad. La
subordinación de la mujer al hombre se realiza, entre otros mecanismos, a
través de la violencia machista, que hoy en día es un elemento estructural de
la sociedad.
Según denuncia ONU Mujeres, el impacto de
la violencia de género produce múltiples consecuencias sanitarias, físicas,
sexuales, psicológicas, e incluso mortales, para mujeres y niñas. Afecta
negativamente al bienestar de las mujeres y de sus hijos e hijas, e impide su
plena participación en la sociedad.
Además de tener consecuencias negativas
para la mujer, la violencia de género también afecta a su familia,
comunidad y país. Los altos costes asociados, que comprenden desde un
aumento en gastos de atención de salud y servicios jurídicos a pérdidas de
productividad, impactan en presupuestos públicos nacionales y representan un
obstáculo al desarrollo.
La violencia de género no es solo un grave
problema de las mujeres, sino que daña directamente a toda la sociedad mundial,
y por tanto también a padres, hijos, hermanos, familiares y allegados varones
de todas las mujeres que la sufren y al resto de ciudadanos, en cuanto
dificulta el normal desarrollo de una sociedad democrática.
El concepto de violencia machista o
violencia sobre la mujer debe entenderse sin necesidad de que la mujer
haya sufrido los hechos penalmente relevantes en el marco de una
relación sentimental presente o pasada. No cabe duda que un ataque a la
libertad sexual de una mujer sin relación de pareja, como sucede al mutilar sus
genitales o forzarla a ejercer la prostitución, son ataques directos a los
bienes jurídicos más necesitados de protección y son consecuencia de una
histórica desigualdad que lleva a una falsa y malentendida superioridad del
hombre respecto de la mujer.
Se han logrado avances en los últimos
tiempos, reformas legales de amparo de las víctimas, de los menores, que
garantizan tanto sus derechos dentro del proceso penal como fuera del mismo,
pero aún queda mucho por hacer.
Porque aspiramos, por utópico que pueda sonar, a que no haya ni una sola
mujer asesinada, lesionada o damnificada más, a que pasemos de la tolerancia
cero al objetivo de víctimas cero.
Tenemos tarea por delante: romper el
silencio cómplice de toda la sociedad, garantizar a las víctimas y a sus hijos
e hijas una ayuda integral, perseverar en la educación en valores de igualdad y
respeto, incrementar la investigación y aplicar recta justicia.
Sumemos fuerzas y rechacemos unánimemente
cualquier expresión, por mínima que parezca, de resistencia hacia la igualdad
de género, combatamos activamente la discriminación, la crueldad y el
ensañamiento contra las mujeres, aislemos al maltratador y condenemos a todos
los que ejercen la más vil de las violencias de nuestra sociedad, violencia que
cuesta vidas como las de este año, las de Mariana Carmen, Silvia, Mirella,
Isabel, Lucinda Marina, María, Lisa Jane, Ascensión, Ana, Francisca, Soraya,
Victoria, Silvia, Mª del Carmen, Cristina, Yolanda, Rosario, Marina Candelaria,
Lucía, Jana, Mª Aránzazu, Teresa, Karla Belén, Alexandra, Benita, Kristina,
Arantza, Xue Sandra, Johana Bertina, Jean May Evelyn, Florentina, Ada Graciela,
Mónica, Stefany María, Mª Isabel, Jaqueline Suzzanne, Yolanda, Celia y Juana”.